En el municipio de Cunduacán, en Tabasco, se encuentra DRUPA, el museo interactivo del chocolate o, dicho de otra manera, la experiencia integral del cacao y chocolate. La única. No hay otra igual. Tanto fue así que después de esta experiencia la prima y yo decidimos no visitar ningún otro espacio dedicado al cacao y\o chocolate en Tabasco. Éste nos había brindado TODO lo que estábamos buscando. De principio a fin.
Nos encandiló su historia, la de dos primos, Armando y Memo, que buscan conservar una tradición familiar - ¿os suena?- y preservar la tierra que dió de comer a su familia tiempo atrás.
Nos encantó la organización, desde el primer contacto, la bienvenida, todo el recorrido y el sorprendente final.
Nos gustaron mucho los detalles, cuidados con mimo y pensando siempre en el visitante.
Nos sorprendió la generosidad con la que comparten su tiempo y sus conocimientos, con una elocuencia divina.
Nos maravilló la sencillez pero la efectividad del proyecto. Su autenticidad y originalidad.
Nos fascinaron las actividades, tan sensitivas y sensoriales.
Nos impresionó su formalidad y compromiso con sus raíces y su país.
Nos embelesó el cariño y el cuidado con el que hacen las cosas.
Nos sedujo su dialéctica, su rico lenguaje.
Nos agradó saber que el trabajo bien hecho recibe su recompensa.
Nos embrujaron con su cacahuada, el agua de mucílago. Exquisita y fresquita.
Nos conmovieron con su amor a la Naturaleza y confianza en ella.
Nos asombró la innovación que desarrollan y que seguro que les llevará lejos.
Y es por ello que compartimos con todos vosotros esta experiencia, a través de nuestras palabras y de este vídeo.
Se nota cuando las cosas se hacen con pasión, desde dentro. Y es así como salen y saben mejor.
Se nota cuando las cosas se hacen con pasión, desde dentro. Y es así como salen y saben mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario